jueves, 20 de octubre de 2011

Sebastián Cinquerrui: “Carrió tuvo el mismo talento para construir que para destruir”

Por Juan Pablo Djeredjian y Félix Valiente

Sebastián Cinquerrui es uno de los nuevos cuadros políticos que adhirieron al flamante Frente Amplio Progresista que creó Hermes Binner. Se sumó como candidato a diputado provincial por la Provincia de Buenos Aires del FAP, tras abandonar la Coalición Cívica: al momento de cerrar la listas que iban a ser presentadas en las elecciones primarias, fue relegado con la incorporación de Mario Llambías como primer candidato a diputado, por decisión de Elisa Carrió.

Cuando decidió dejar la Coalición Cívica, usted habló de la derechización del partido con la entrega de la conducción del partido a una extrapartidaria como Patricia Bullrich y de la “dedocracia” para elegir a los candidatos. ¿Pero cuál fue el factor determinante que lo llevó a abandonar el partido?
En realidad se trató de una serie de situaciones y decisiones que yo no compartía. Más allá de los nombres y de quién quedó en cada lugar, la metodología que se usó para la conformación de las listas de candidatos fue injusta e incorrecta: no había reglas de juego para la competencia interna.
Pero ese es el hecho coyuntural que impulsó mi decisión. En realidad, tiene que ver con errores estratégicos de la fuerza: la falta de debate interno, con la imposibilidad de discutir las ideas y los programas para que el partido siga para adelante y porque la Coalición Cívica dejó de ser un partido político para ser una personalidad jurídica a disposición del liderazgo de Carrió.

Entonces, ¿usted cree que el principal error de Carrió fue tratar de imponer las decisiones en lugar de primar la democracia interna del partido?
Sí, eso seguro. La política interna terminó de aniquilarla. Ningún cargo en esta ocasión fue discutido de manera colectiva. Tal vez el resultado hubiese sido el mismo en término de nombres, se podría haber llegado a un consenso. Pero lo que sucedió fue que Carrió decidió con su dedo, su voluntad única.

¿Por qué Carrió optó, con el paso del tiempo, por abandonar el perfil netamente progresista o de centroizquierda que tenía el partido y comenzó a llevarlo más hacia la derecha?
Yo creo que se trató de pura especulación política, por oportunismo o pragmatismo. Después de que el kirchnerismo le sacó parte de su discurso, en vez de ahondar en sus propuestas progresistas, se fue corriendo porque interpretó que ese era un espacio que no podía recuperar y le convenía apuntar a un electorado más de centroderecha. Muchos miembros del partido fuimos enfrentando esa decisión en los últimos años, pero obviamente perdimos. Además, ese corrimiento, que puso en crisis la coherencia de la Coalición, no tuvo rédito electoral, porque hay gente mucho más representativa de ese sector ideológico, como el caso de Macri. Y tampoco se le creyó a Carrió que fuese una representante de la centroderecha. Pero en los últimos tiempos, ella tomaba todas las decisiones en la más absoluta soledad. Y más allá de su inteligencia y capacidad, Carrió es permeable, como todo ser humano, a equivocarse y sin alguien como nosotros para decirles que las cosas se están haciendo mal, pasa lo que pasa. Cometés errores y no te das cuentas hasta que te chocás contra la pared. Y en la política, la pared es un fracaso electoral.

En cuanto a su paso al FAP, ¿cree que el Frente representa los mismos valores que el ARI o la Coalición Cívica en sus comienzos?
Estoy convencido que representa los mismos valores que el ARI fundacional. De hecho, muchos dirigentes que fundamos el ARI allá en el 2001 nos encontramos en el FAP: Eduardo Macaluse, más tarde Marta Maffei. Incluso, la CC la fundamos con Margarita Stolbizer. Me parece que el FAP representa esos valores, con el agregado de que partimos no de una posición discursiva sino de hechos, donde lo que tenemos para mostrar es la gestión exitosa de Rosario y Santa Fe de hace cada dos décadas. Entonces podemos pararnos desde la experiencia exitosa de gestión, progresista y honesta.

Teniendo en cuenta la absorción de los miembros de la Coalición Cívica y el hecho de que el FAP pueda llegar a ser una propuesta “superadora” de la CC, ¿cuál imagina que puede llegar a ser el futuro del partido de Carrió?
Para mí la Coalición Cívica es una experiencia agotada y terminada que, después del domingo y el fracaso electoral -que se va a reiterar-, sus dirigentes van a buscar otros espacios para seguir haciendo política. En ese sentido el FAP tiene los brazos abiertos para recibirlos. Los nos fuimos de la Coalición y ahora formamos parte del FAP no discutíamos por diferencias en las ideas sino la cerrazón y el egoísmo de Elisa Carrió para conducir una fuerza política que, en algún momento, estaba llamada a convertirseen gobierno. La misma persona que tuvo que la capacidad y las virtudes para crearla y hacerla crecer fue quien la terminó destruyendo: Carrió tuvo tanto talento para construir como para destruir.

Foto: Blog Jóvenes ARI de Vicente López

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