En el 1983, Raúl Alfonsín recibió el 51,7 por ciento de los votos, poco más de 10 puntos por encima de Italo Argentino Luder, convirtiéndose en el primer radical en derrotar a un justicialista en las urnas.
El politólogo argentino Atilio Borón compara las elecciones donde el padre salió victorioso con la campaña electoral de su hijo: “Raúl hablaba del reordenamiento de sindicatos a manos de los peronistas pero, sin embargo, ahora su sucesor está haciendo pactos con esos mismos grupos”. “Al padre nunca le preocuparon los resultados. La identidad del partido fue lo que lo llevó a ganar con todo en contra: peronismo y fuerzas militares incluídas”, dice Borón, y concluye: “los acuerdos de poca conciencia política que está realizando su hijo va a ser lo que le cueste estas elecciones”.
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